DULZURA | Gabriela Mistral
Madrecita mía, madrecita tierna, déjame decirte dulzuras extremas.
Es tuyo mi cuerpo que juntaste en ramo; deja revolverlo sobre tu
regazo. Juega tú a ser hoja y yo a ser rocío: y en tus brazos locos
tenme suspendido. Madrecita mía, todito mi mundo, déjame decirte los
cariños sumos.
|