Esa mañana se levantó como de costumbre... estiró sus brazos...
desayuno como siempre...
en verdad el horario la apresuraba a todo...
No quería llegar tarde otra vez...
Y así salió de su casa casi corriendo...
No había tomado tantos detalles como otros días... no se había detenido
tanto en el espejo como de costumbre...
Caminaba por la peatonal cargada de gente como de costumbre a esa hora
de la mañana...
Todos yendo a su trabajo y sus tareas...
Vio madres con niños ir a la escuela...
Notó que los niños la señalaban con el dedo tironeando a su madre para
que la miraran ...
Descubrió que esas mujeres como ellas estaban tan apuradas que hicieron
caso omiso al rumor de sus niños...
Cruzó la Plaza de Mayo... lugar especial de tantos recuerdos que hacían
historia...
sintió unos bombos... pero estaba acostumbrada también a ese sonido ...
Había sentados en los bancos de la Plaza algunos ancianos que al verla
se asombraron... poniendo como gesto una mano en sus bocas...
Ella no entendía que pasaba... tocó sus cabellos para ver si estaba bien
peinada... no notó nada raro...
Solo por curiosidad pasó a ver los granaderos de la puerta de la Casa
Rosada... le encantaba verlos desde niña...
Pero se quedó inquieta cuando uno de ellos... siempre firmes y sin
movimiento alguno... rompió su quietud y la señaló mostrando a su
compañero ...y retrocedieron...
Para ese entonces... sintió que gente la estaba siguiendo... con
murmullos y voces de asombro...
Corrió hasta encontrar un bar ... y quiso mirarse en el vidrio... al
hacerlo vio que la gente del bar salió despavorida...
Ella también quedó atónita cuando se miró en el vidrio... no sabia si
correr ... gritar espantada o pedir ayuda...
Dos inmensas alas blancas salían de su espalda.. tan blancas como la
nieve...
Cada vez crecían mas y mas...cuando giró en seco para ver a la gente que
la seguía y pedir ayuda... quedó pegada en el vidrio del bar...
ahí estaba ella frente a tanta gente...
Descubrió que todos esos conciudadanos argentinos ... niños...
mujeres... ancianos... hombres... todos tenían también alas inmensas ...
tan blancas como las de ella...
De golpe... todos se dieron cuenta de lo ocurrido... y dejaron de
asombrarse para comenzar a reír...
Nunca antes se había escuchado tanta risa en la Plaza de Mayo...
Giró la cabeza para mirar la Casa de Gobierno y también los granaderos
tenían alas blancas...
Los sorprendió un viento cálido a todos... como una ráfaga... así fue
como sin quererlo ni esperarlo todos comenzaron a tomar vuelo ... y los
pies de todos ya no tocaban el suelo...
el cielo se plago de hombres alados... y junto con el paisaje...
La bandera Celeste y Blanca flameando debajo de ellos!
Dicen que fue noticia en todos los titulares del país...
Nadie pudo decir que ocurría... solo se escuchaban risas y alegría...
autora: Diana Celebrando la Vida!
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