me paré frente al mar... mi mar... ese gigante maravilloso que siempre
anhelo volver a encontrar ... respiré profundamente su maravilloso
viento fresco invernal... pero al verlo fijamente... es como si el me
rescataba otra vez de lo cotidiano y del cansancio del año y me tomó de
la mano y me hizo el amor... aunque suene loco... el vaivén de las olas
de manera suave y cadenciosa me acariciaba... mientras me contenía me
regalaba su hermoso interior... fastuoso interior... me paseó por sus
profundidades y me regaló corales... mientras me mimaba... me mostró
cardúmenes de peces multicolores con aletas casi etéreas... me susurraba
al oído su música torrentosa... me llevó a un lugar donde había
hipocampos... era maravilloso verlos en fila ... no necesitó decirme que
eran símbolo del amor... y cuando casi el clímax llegaba en ambos...
entonces me sorprendió con un montón de ostras las cuales no sé con que
orden de el estaban todas abiertas para mi... pude ver en medio de la
oscuridad de la profundidad el brillo de cada perla que había en
ellas... sentí que me las regalaba todas para mi... solo para mi...
Y así me llevó otra vez a la superficie... en esa tarde fría ... no sé
si el amor que me otorgó hizo que el sol del ocaso se hiciera cómplice
que hizo que en medio de las nubes... en el horizonte comenzara a
llenarse de luz... una luz dorada que convirtió al mar verde en oro...
Sonreí de mi viaje... entendí como tantos sueñan con el.. entendí a una
gran escritora como Alfonsina Storni eligiendo las profundidades del mar
para partir...
Me despedí de el ... sin saber cuando volvería a verlo...
Aunque sé que pronto estaré otra vez con el...
Este es un relato solo para aquellos que saben soñar !
autora: Diana Celebrando la
Vida! |