Canción para arrullar a un padre (Beatriz Zuluaga, 1933)
Día del Padre
Ahora que a tus años te has vuelto tan pequeño Puedo llevarte en el cuenco de mi mano, Mano-abrigo, mano-nido que recoge tu ritmo ya cansado. Y cuento tus latidos padre-pequeño ahora Como yo fui pequeña y también anhelaba caber en el puño de tu mano. Te llamo y no puedo desligar tu memoria del árbol, de la rama, del fuego, de mi primer vocablo, de la bruja y el hada. Tu estatura entonces copaba entera La puerta de mi alcoba y de mi alma. Pero cuando ya estás cansado y se encogen tus carnes y tus nervios, pero crece tu corazón, casi no necesito hablarte sino sentirte, si, simplemente sentirte para llegar allí donde nace tu anhelo, donde teje Penélope el recuerdo. Porque tú y yo estamos hechos de memorias y los dos estuvimos unidos al mismo cálido cordón umbilical de mi madre. Y somos guardadores de sueños, constantes vigías del pasado, somos los centinelas de otros días, los recogedores de ecos, los cazadores de nostalgias. Todo lo que tenemos nació en la misma casa al calor de las mismas frazadas sobre la misma mesa donde tú con tu mano de padre nos diste a todos el vino, el pan y el agua clara. |
The images, poems and songs
on this site are copyrighted by the respective artist and are placed here for
evaluation and entertainment purposes only. No profits are made on this site
from their use. Please support these artists and purchase their music and their
creations.
|