MALTRATO Infantil
SOCIEDAD / DIVORCIO
Hijos como botín de guerra
Las separaciones o divorcios suelen tener como víctimas principales
a los chicos.
José Correa
La ruptura matrimonial o de parejas constituidas de hecho pueden
tener consecuencias insospechadas. Uno de esos casos es el que
sucedió en un country de Buenos Aires, cuando por despecho, una
mujer mató a uno de sus hijos, de 6 años de edad, con el fin de
hacerle daño a su marido a causa de, supuestamente, haberla dejado
por otra mujer. Otro hecho fue el que sucedió en Buenos Aires, un
hombre arrojó a su mujer desde el cuarto piso de un edificio tras
una pelea conyugal. Estos son casos extremos, pero las discusiones
en fuerte tono son comunes en esas circunstancias que involucran a
la pareja y cuyas consecuencias más duras terminan con los hijos
como víctimas. Estos terminan siendo trofeos de esta luchas de
poderes para quedarse con ellos o usarlos con el fin de hacerle daño
al otro.
Ante esta problemática, uno de los primeros interrogantes es cómo
debe manejar la pareja sus diferencias cuando están los hijos
presentes. En ese sentido la licenciada en Psicología, Adriana
Dumandzic dice que las diferencias en la pareja cuando están
presentes los hijos deberían resolverse a nivel de la palabra. Esto
significaría poder tener opiniones diferentes sin que esto implique
llegar a niveles de violencia física y/o simbólica, es decir, lo
esperable. Según el sentido común, sería en un marco de respeto, sin
avasallar al otro u otros presentes como por ejemplo: hijos. También
dependería del tema en cuestión, si es algo inherente a la pareja en
sí (sexualidad, temas económicos, por ejemplo). Esto debería
dirimirse en un ámbito estrictamente privado de la pareja, sin los
menores como testigos mudos de temas que sobrepasan la mente en
periodo de formación. De todas maneras, los niños y adolescentes
perciben los "desencuentros" de los padres, aún cuando ellos hagan
"como si nada pasase".
En cuanto a las consecuencias o secuelas que sufren los niños al
momento de presenciar peleas verbales y/o físicas de los padres,
éstas podrían ser múltiples: Desde una regresión a etapas anteriores
del desarrollo, como volver a hacerse pis, en el caso del niño,
reacciones febriles a nivel del cuerpo hasta sintomatologías severas
del infante, como trastornos de sueño, fobias, conductas auto
agresivas, trastornos de aprendizaje, auto agresivas o
heteroagresivas, trastornos de la alimentación, adicciones,
conductas disociativa, etcétera. También pueden aparecer
enfermedades a nivel del cuerpo como dermatitis, alopecia, obesidad,
etc.
Es por ello que la mirada debería ser abarcativa de todas las áreas
de la conducta en lo social, los problemas de interrelación, como
agresión timidez, entre otras.
Como cuestión de base se lesionaría lo inherente a la autoestima; ya
que en estos padres habría fallas a nivel de funciones básicas de
los cuidados propios de un niño o un adolescente.
Hay parejas que logran acuerdos maduros al separarse y divorciarse;
son los "divorcios buenos" descriptos por el doctor Eduardo
Cárdenas. Y, volviendo a lo antes mencionado, son padres que logran
"resguardar" las funciones básicas de cuidado hacia los hijos.
Al momento en que alguno de los miembros de la pareja se victimiza
frente a los hijos para tratar de sacar ventajas, la profesional
comenta que la reacciones de los chicos podrían ser también muy
variadas. En general es aquí cuando los hijos son "el botín de
guerra", pasan a ser "objetos" y no "sujetos" para los adultos, se
hace evidente la falla en las funciones maternas y paternas, ya que
los menores pasan a ser los cuidadores en la relación de los padres.
Se trastocaría la asimetría del vínculo esperable entre padres e
hijos, lo cual confirmaría las fallas paterna y materna. Esta
modalidad podría indicar trastornos psicológicos y/o psiquiátricos
en los padres, los cuales pueden llegar a hechos gravísimos como los
de público conocimiento (caso country de Buenos Aires).
Otro de los puntos que son comunes ante la separación es cuando uno
de los cónyuges no permite que su ex pareja vea a los hijos. En este
caso la profesional dice que no sólo las mujeres no dejan ver a sus
hijos, agregaría a los hombres que impiden a las madres ver a sus
hijos y/o las madres / padres que no los ven porque "se borran".
Aquí se puede hacer mucho desde Salud, detectando cuestiones
psicofísicas, pero lo único que regularía esto es el ámbito
judicial.
Puede decirse que podría hacer trabajar mancomunadamente desde
Salud, Educación y Justicia en prevención primaria para tratar de
minimizar las secuelas o los actos violentos. los cual no quita que
estas cuestiones desaparezcan, ya que tienen que ver con patologías
psicológicas y/o psiquiátricas de base.
Mediación Familiar
La mediación familiar es un proceso de resolución de conflictos de
manera no controversial a través del cual el mediador convoca a las
partes para que en forma activa y participativa, acompañados o no de
sus respectivos letrados, tomen decisiones sobre los temas
inherentes al proceso a tratar. Por ej. En un divorcio (si bien la
disolución del vínculo es estrictamente judicial) existen otros
temas a resolver si hay menores de por medio como tenencia, régimen
de visitas, alimentos, distribución de bienes en común, uso de la
vivienda familiar y otros; y también a negociar y pactar cómo
quieren que se reflejen estos temas en un acuerdo de separación. Así
lo define la abogada Valeria Rojo, especialista en este tema.
La profesional explica que en esta situación de divorcio con
presencia de menores, la prioridad es tratar de brindar estabilidad
a los mismos tratando de preservarlos física, psíquica y
emocionalmente. Y tratar en la medida de lo posible que su entorno
se modifique lo menos posible. (vivienda, escuela, amistades). Hay
situaciones en que hubo violencia entre las partes o por parte de
una de ellas solamente, en estos casos las audiencias de mediación
son individuales (no conjuntas) y tratando de acordar pautas a
seguir que puedan establecer vínculos permanentes y situaciones de
seguridad y estabilidad para sus hijos.
En algunos casos denotan con sus preguntas que la prioridad son "sus
hijos", en otros casos sólo tiene en miras los bienes materiales y
la venganza o sentimientos contradictorios con su pareja y pretenden
resolver sus conflictos a través de la manipulación sus hijos.
El Divorcio, como es bien sabido, tiene efectos duraderos sobre los
niños, en la mayor parte de los casos.
De los datos extraídos sobre los estudios realizados, se sabe, que
en un gran número de los casos, el divorcio, puede conllevar a
depresión, ansiedad, problemas de comportamiento en la escuela, así
como problemas afectivos en el futuro.
Los hijos de padres divorciados tienen la posibilidad latente de
crecer y crear matrimonios que acaben en divorcio, en un porcentaje
dos veces superior, al de los niños que vienen de hogares intactos.
No obstante, pese al hecho de que el divorcio es estresante, una vez
que la transición inicial ha terminado, una vida sin un entorno
abusivo, estresante o sin gritos, hostilidades y enfrentamientos,
puede ser un cambio muy positivo.
Consejos
En cuanto a consejos se refiere, el abogado de familia sólo puede
asesorar jurídicamente a su cliente y referirse siempre en términos
que tengan como prioridad defender los derechos de los menores en
cuestión, sin apartarse de leyes y tratados que contemplan dichos
derechos. Algunos datos útiles para afrontar la crisis en la pareja
pueden ser:
1. Sinceridad y valentía. Sinceridad con uno mismo a la hora de
recocer una situación y valentía a la hora de dar los pasos
adecuados. La crisis de una pareja es dolorosa y en ocasiones
arrastra situaciones muy complejas (hijos, vivienda, familiares,
amigos, etc.).
2. Apoyo de familiares y amigos (especialistas llegado el caso).
Aparte de los difícil de vivir estos momentos solo / sola, el
concurso de familiares y amigos de confianza puede aportar otros
puntos de vista a la hora de considerar la crisis y su desarrollo.
Llegado el caso también es conveniente recurrir a especialistas en
estos temas que nos indiquen caminos y soluciones.
3. Mantener la compostura y buena relación. Especialmente si hay
hijos por medio y su educación, sus sentimientos, etc. Aunque la
crisis provoque una dolorosa y tensa relación, debe procurarse
mantener un cierto equilibrio que lleve a vivir situaciones de
conflictividad que hagan más difícil cualquier cuestión a resolver
en el futuro vinculada a temas de separación, hijos, etc.
Conclusión personal: "La mejor manera de garantizar los derechos de
los hijos es no privando de sus vidas a sus dos padres", dice la
profesional.fuente :
http://www.diariodecuyo.com.ar
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Derechos del Niño
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