Cada vez es más frecuente encontrar en la misma ciudad personas que
profesan diferentes religiones. . Un caso concreto es el de Melilla en
España. Encontramos una interesante propuesta de enseñar las diversas
celebraciones de las personas que habitan la ciudad «la Navidad,
representativa de la comunidad hispana; la fiesta de purim,
representante de la comunidad hebrea; la fiesta grande del Borrego, que
es el fin del Ramadán de la comunidad bereber de la religión
musulmana. En la Navidad se conmemora el nacimiento de un personaje
histórico que para los cristianos es Dios, para los musulmanes y judíos
un profeta. Para todos, un hombre que hizo y dijo el bien.»
En la Navidad se cantan villancicos y se promueven valores como el amor,
la paz, la felicidad y la alegría. Y como todos entendemos y compartimos
estos conceptos, se propone vivenciarlos conjuntamente por unas horas.
EN LA CULTURA JUDÍA existe una tradición milenaria no relacionada con la
Navidad cristiana, pero que se celebra en el mes de diciembre y en la
que los niños también reciben regalos. Le llaman Jánuka (Hánuka).
La festividad de Jánuka evoca un acontecimiento ocurrido en el año 165
aec cuando se produjo la "re-inauguración" del Templo de Jerusalén, de
donde recibe su nombre ya que Jánuka, en hebreo significa inauguración.
Desde comienzos del siglo II aec, Judea se encontraba bajo dominio de
los reyes seléucidas de Siria y uno de ellos Epífanes decidió imponer en
todo su imperio la cultura helenística y su religión. Otros pueblos
politeístas del Medio Oriente aceptaron en sus santuarios estatuas de
Zeus y otros ídolos griegos que esta imposición religiosa
involucraba. Los judíos, en cambio – que adoran a un único Dios – vieron
en la erección de una estatua en el Templo de Jerusalén, una blasfemia
intolerable.
Hacia el año 168 aec, el rey Antíoco ya había saqueado gran parte de los
tesoros del Santuario del Templo. Junto con la instalación de ídolos
paganos en el Templo, prohibió también practicar allí el tradicional
culto de sacrificios al Dios de Israel y otras costumbres
características del pueblo judío: la circuncisión, el estudio de la Torá
(la ley judía), el descanso sabático, las leyes alimentarias, etc. Todo
ello para acelerar, en la medida de lo posible, la asimilación de los
judíos a la cultura, el idioma, la religión y las costumbres griegas,
que los demás pueblos del Medio Oriente ya habían ido adoptando
paulatinamente.
Después de una rebelión doméstica en el año 165 aec los judíos, fieles a
la tradición, recuperaron el Templo. Fue derribada la estatua de Antíoco
y fueron purificados el altar y los instrumentos del santuario. El día
25 del mes hebreo de Kislev se celebró la ceremonia de Jánuka, la
"inauguración" del Templo. En dicha ocasión, cuando los judíos quisieron
encender la menorá (candelabro) del Templo, encontraron que sólo había
una jarra de aceite sin profanar (en ese entonces no había velas, y se
usaba el aceite para encender las llamas de los candelabros) que según
sus cálculos durarían sólo un día. Pero se produjo un milagro, ya que
este aceite alcanzó para ocho días, plazo necesario para que los
sacerdotes prepararan nuevas raciones de aceite.
Sin embargo, el verdadero milagro de Jánuka tiene un contenido más
profundo: un pequeño grupo de judíos, sin armamento cómodo, pudo vencer
al ejército enemigo más poderoso de aquellos tiempos.